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Madera antigua, ideas frecas...
Muy buenas! soy Julio pero en casa me llaman Julín porque soy el tercero (3 generaciones de julios ebanistas¿Te lo puedes creer?), también me llaman Papá: tengo 2 peques muy aficionados al serrín, y mi perro me llama Guau.
Adoro la naturaleza y todo lo relacionado con ella (soy más de pueblo que las gallinas),
me flipa cocinar y quiero y deseo un tractor.
Podemos llevar tus ideas en carpintería a la realidad si trabajamos juntos llevo la viruta en la sangre y adoro lo que hago, pero si quieres saber más de mí puedes darme tu contacto y te paso el número de cuenta.
Chao!
Más alma que tornillos
(01)
Autenticidad en cada veta
No trabajamos con madera cualquiera: recuperamos piezas con historia, cicatrices y marcas del tiempo que transformamos en muebles con carácter propio. Cada proyecto conserva el alma de la madera y se convierte en un objeto único e irrepetible.
(02)
Artesanía con actitud
Aquí no hay producciones en serie ni muebles clónicos. Trabajamos a mano, a fuego lento, con técnicas tradicionales y soluciones ingeniosas. Más alma que tornillos: eso es lo que hace que cada creación tenga identidad propia.
(03)
Sostenibilidad sin postureo
Creemos en dar nueva vida a lo que otros desechan: maderas antiguas, nobles y resistentes. Evitamos lo efímero y apostamos por muebles pensados para durar generaciones. Donde otros ven desecho, nosotros vemos legado.
(04)
Diseño con alma propia
No seguimos catálogos ni modas pasajeras. Cada mueble nace de una idea fresca y se moldea a la medida de quien lo encarga. Creamos piezas que cuentan historias, pensadas para ser disfrutadas, heredadas y recordadas.
